CUESTA ARRIBA

sábado, 12 de mayo de 2012
Llevamos casi 6 meses desde que comenzó el tratamiento y el cansancio físico y mental va haciendo mella en los papis de Ari.

Estoy cansado de decir que todo va bien, que el tratamiento va como tiene que ir, que los síntomas que padece son los “normales”…

Pues que quieren que les diga, esto es muy duro y por mucho que te cuenten, una cosa es escucharlo y otra vivirlo. No sé en qué día vivo, si es Martes o Domingo. Durante la fase de Consolidación, recuperé cierta actividad normal en el trabajo, pese a los 5 ingresos que tuvimos, pero ahora es casi imposible. Las visitas al hospital se suceden con mucha frecuencia y uno anda perdido cuando vuelve a su puesto. Al hospital de día, se sabe cuando se entra pero no cuando se sale. Unos días son 2 horitas, otros 4 y últimamente llevamos varias sesiones de más de 6 horas. Las sillas de plástico no son muy cómodas, las espaldas de los papis arrastran sobrecargas de muchos días en el hospital y de mucha tensión acumulada. Las noches de insomnio son más frecuentes de lo que quisiera.

Tengo la sensación de que estamos en una maratón, a la que nunca nos apuntamos pero de la que no podemos salir. Estábamos andando por la calle y sin saber cómo, nos metimos en la maratón, y yo que apenas hago ejercicio! Aunque después de la sorpresa inicial, me di cuenta de donde estábamos, y de que por nada del mundo debemos desfallecer y tenemos que llegar al final. Los primeros kilómetros (la Inducción), fueron de adaptación, y pese a que fueron muy duros, me noté con fuerzas, iba avanzando lento pero seguro. Después (la Consolidación), me acostumbré al ritmo de carrera y las piernas me respondían, sintiéndome con fuerzas para llegar al final. Empezamos la tercera fase (Intensificación) con ánimo, pero el camino se fue haciendo cuesta arriba y las piernas ya estaban cansadas de todo lo recorrido y sé que el final de los 6 meses más intensos de tratamiento está acabando, pero la carretera está ya muy empinada y parece que nunca llega el final de la colina.

Dicen que luego el camino se suaviza y se hace más cuesta abajo, esperamos que pronto llegue ese día, Ari está luchando mucho, pero tiene una fuerza increíble y si estás un ratito con ella, te hace olvidar por lo que está pasando.

Pero, cuando me preguntan, pero va todo como tiene que ir? Les respondo sí, va todo por su camino… Ya va quedando menos.

Mientras, Ari seguirá jugando, ahora dice “definitivamente tengo una colección de tapones”, ésta es mi Tolola.


Joan